Costa Rica es aún un mercado en el que el Gas Licuado de Petróleo para automoción (autogas) todavía no se ha convertido en una alternativa regular para los consumidores pese a las múltiples bondades del mismo.
La ausencia de una ‘cultura del gas’
El Gas Licuado de Petróleo (GLP, Autogas, Gas Carro) se ha utilizado en Costa Rica en los hogares para cocinar alimentos y en la industria para diferentes actividades desde hace ya muchas décadas. Sin embargo en el campo de la automoción su uso ha sido más bien ocasional.
De acuerdo con estimaciones de distintos actores del mercado energético costarricense, en el país menos del 1% de la flota de vehículos funcionan con autogas.
Hasta ahora los principales consumidores han sido taxistas, propietarios de vehículos de alta cilindrada –como pick ups y vehículos 4×4 con grandes motores de gasolina-, los montacargas en bodegas e industrias y las flotillas repartidoras de distintas empresas que recorren grandes distancias cada día.
Sin embargo, el usuario promedio –el dueño de un automóvil sedán de cuatro puertas y con motor de gasolina de 2.000 centímetros cúbicos o menos- todavía no forma parte importante de este grupo.
En los mercados ‘maduros’, es decir aquellos en donde el autogas alcanzó un buen nivel de desarrollo, hasta el 15% de los vehículos funciona con este combustible.
Corea del Sur, Turquía, Polonia, Japón, Australia e Italia son países con mercados maduros en los que un elevado porcentaje de los autos funcionan con autogas, que es el tercer combustible más usado en el planeta luego de la gasolina y el diesel.
El servicio de transporte público (autobuses) es uno de los grandes consumidores de autogas en las urbes desarrolladas debido a sus bondades en cuanto a los bajos niveles de emisiones de gases tóxicos.
En Costa Rica solo se han hecho unos tímidos intentos por involucrar al sector transportista en un proceso de reducción de emisiones por medio de la conversión de unidades, o la compra de modelos preparados de fábrica para este tipo de combustible.
007verde busca colaborar en el proceso de desarrollo de la ‘cultura del gas’ entre los propietarios de vehículos en Costa Rica. Para ello ofrece equipos de última generación, capaces de adaptarse a los motores más complejos y de generar un funcionamiento absolutamente transparente.
Si Costa Rica desea cumplir el objetivo de alcanzar la carbono neutralidad, en el año 2021, uno de los sectores que deberá hacer un gran aporte para este objetivo es el automotor. Nuestro compromiso es estar al lado de los costarricenses para cumplir con este propósito.